…En los últimos años, los procesos de producción industrial permiten garantizar la calidad de los componentes que se tratan. En el caso de la madera, los prefabricados como las vigas de multilaminado y las placas de OSB (Oriented Strand Board) apuntan a convertirse en un material de origen maderero pero de alta tecnología en el cual sus características se maximizan, volviéndose la materia prima resistente en el tiempo, flexible para los diseños, duradera al estar tratada y lo que más relevancia tiene en el último siglo: Ser 100% Sostenible.
Construir con madera es tal vez, el sistema más antiguo que se ha desarrollado y perdurado en todo el mundo, a lo largo del tiempo. La madera es uno de los mejores materiales que se encuentran en la naturaleza. Gracias a su versatilidad y sus características estructurales, siempre ha sido usada en infinidad de estructuras, tiene una vida útil superior a un siglo. Su capacidad de resistencia se debe a que los árboles contienen en el interior algunas sustancias preservadoras que hacen que sean aptos para aguantar muchos años en perfectas condiciones.
Un estudio reciente sobre las poblaciones del periodo Neolítico temprano (7.000 a.d.c) descubrió, que pudieron construir complejas construcciones de madera, 4 mil años antes de la invención de las herramientas para procesar materiales metálicos.
En el siglo I (a.C.), Marco Vitruvio, arquitecto romano, también menciona la madera en todas sus formas en el tratado de arquitectura que hizo bajo el mandato del emperador Julio Cesar.
Más adelante evoluciona en construcciones de madera bloque a bloque; un tipo de construcción masiva que ha sido intensamente usada en los países cercanos a los polos norte y sur, donde la cantidad desmesurada de bosque permitió tener la materia prima de primera mano.
Sin embargo, construidas sin técnica y en crudo, éste tipo de edificaciones tiene muchos problemas. Nuestros antepasados no tuvieron en cuenta las propiedades de la madera, que siendo un material vivo, cambia de acuerdo a las condiciones atmosféricas principalmente. No se consideraron los movimientos de sedimentación durante el proceso de secado ni las aperturas y torsión de la madera si no se trata, cura y expone apropiadamente. A pesar de todo y hasta finales del siglo XIX, el sistema de bloques fue el gran protagonista en Europa, especialmente en los territorios alpino.
El periodo de la posguerra trajo consigo el auge del concreto y el acero, y es entonces cuando la madera comienza su declive progresivo pero no permanente. Durante mucho tiempo pasó de ser una opción, hasta que como en todo ciclo de vida y de desarrollo, si es bueno, se vuelve al origen con las mejoras que la tecnología nos permite crear.
En los últimos años, la madera y especialmente los materiales prefabricados a partir de la misma, han recuperado el interés por parte de la cultura arquitectónica por el renovado interés de la protección y el cuidado del medio ambiente. Uno de los argumentos más valiosos es que al ser un material vivo, se reproduce, crece y no se termina. Además de sostenible en arquitectura al sumar como sumidero de CO2. Esto significa que absorbe dióxido de carbono, algo necesario ya que tenemos que reducir los niveles de CO2 para no dañar aún más la capa de ozono del planeta.
Se plantea la madera como material no solo de revestimiento sino también estructural, para levantar construcciones que no emitan gases de efecto invernadero, como sí lo hacen el cemento o el acero. Por ejemplo, producir una tonelada de madera genera 33 kilos de emisiones netas, frente a los 264 kilos del cemento y los 694 kilos del acero.
De acuerdo con una investigación del BID (Banco Interamericano de Desarrollo), países como Japón, Escocia o Estados Unidos son líderes en la construcción en madera. La proporción de construcción de viviendas nuevas, tanto total como parcialmente, puede superar el 60% en Japón, el 70%, en Escocia, y el 85% en Estados Unidos. Pero en países latinoamericanos, cuesta asociar la madera con calidad y resistencia, y sí erróneamente con escaso presupuesto y tamaños reducidos. Esto se debe más que nada a la falta de información concreta respecto a este noble material.
En los últimos años, los procesos de producción industrial permiten garantizar la calidad de los componentes que se tratan. En el caso de la madera, los prefabricados como las vigas de multilaminado y las placas de OSB (Oriented Strand Board) apuntan a convertirse en un material de origen maderero pero de alta tecnología en el cual sus características se maximizan, volviéndose la materia prima resistente en el tiempo, flexible para los diseños, duradera al estar tratada y lo que más relevancia tiene en el último siglo: Ser 100% Sostenible.
Según las Naciones Unidas (ONU), se espera que la población mundial crezca un 25% en los próximos 30 años, pasará de 7.700 millones de personas en 2020 a 9.700 millones en 2050. Esto se traduce en un incremento de demanda de recursos, especialmente de vivienda. El Banco Mundial estima que para 2030, el déficit habitacional llegará a los 240 millones de unidades de vivienda.
La forma en la que los países afronten este déficit, será fundamental para garantizar el desarrollo sostenible mundial. Tras la concienciación de gran parte de la sociedad por el respeto al medio ambiente, son muchos ya los que optan por elegir una casa de madera como su vivienda habitual. Hacer una reforma integral con paneles de madera, es una forma de reducir el consumo energético, ya que los procesos de transformación a los que hay que someter a este material son mucho más sencillos y de menor impacto que si se comparan con el resto.
No es una novedad que la madera es un aislante muy eficaz, esto se debe principalmente a que este material está compuesto por una serie de fibras huecas que contienen aire, por lo que le permiten aislar el sonido y especialmente la temperatura. Este elemento funciona mejor como barrera que otros materiales, como el hormigón o el tabique. Además, si se combina con otros materiales como el poliuretano (PUR), aumentará sus propiedades de aislamiento, en su máxima expresión. Y es así, como el material de última generación para la construcción en seco, sustentable, sostenible, resistente, es nada más y nada menos que los Paneles de OSB inyectados en PUR.
El uso de paneles de viruta de madera inyectados con un núcleo de poliuretano, los conocidos SIP (structural insulated panel) generan menos desechos y aceleran los plazos de construcción; contribuyen a la eficiencia energética por su capacidad de conducción del calor, lo que los convierte en un mejor aislante que otros materiales. Es 400 veces mejor que el acero y 15 veces mejor que el concreto.
La arquitectura ambientalista y contemporánea, ha puesto de nuevo en punto de mira la renovada y tecnológica manera del uso de la madera como material de construcción a partir de los prefabricados de la misma. En principio los techos, pisos y terminaciones han dado revuelo y furor usando los paneles OSB y actualmente se ha incrementado el conocimiento y las pruebas técnicas, para asimilarlo como estructural y/o portante. Un buen panel de OSB con núcleo inyectado en alta densidad, resiste 16.500 kgs de peso (el peso aproximado de un camión de 10 ejes!). En conclusión… Toda la casa, desde los pisos a los techos puede ser armada en menos tiempo, ser más resistente, térmicamente estable y totalmente sostenible, hecha de solo paneles.
La renovada reputación de la madera y sus productos derivados, la vuelve protagonista mostrando su versatilidad de uso, en los más variados campos. Su producción sostenible hace que el futuro de la carpintería sea más prolijo, con menos producción de desechos, con un uso nulo de agua y con la reintegración de los desechos en el ciclo sustentable, se reinventan las actividades madereras en un ciclo económico y proambiental mejor pensado y productivo.
Es por esto que el futuro es ahora, que la compensación al planeta empieza por tu Casa…